A causa de la crisis sanitaria que vive el país, las instituciones financieras ofrecen oportunidades para el financiamiento de créditos. Las decisiones que los empresarios toman en cuenta en la obtención de créditos para la realización de sus actividades productivas o créditos de consumo, generalmente, se basan en identificar las tasas de interés y los plazos, con los cuales se determinan las cuotas a pagar mensualmente. 

Días atrás, la Junta Monetaria del Ecuador aprobó la posibilidad de que el sistema financiero refinancie o reestructure deudas, tanto en la refinanciación como en la reestructuración, se modifican las condiciones iniciales de un crédito. 

El refinanciamiento generalmente se relaciona con un mayor plazo de pago, donde los empresarios pueden solicitarlo en función de su capacidad de desembolso, lo cual tiende a ampliar el plazo del crédito. En este caso, el empresario muestra la voluntad de querer pagar su crédito, no obstante, sus condiciones de liquidez se lo impiden.

En caso de reestructuración de deudas, la institución financiera, generalmente, cambia la estructura del plazo o período de gracia o las cuotas, intuyendo que el empresario no puede cumplir con las obligaciones inicialmente pactadas, es decir, cuando el deudor presenta fuertes debilidades financieras o una capacidad de pago insuficiente.

Para cualquiera de los dos casos, el empresario debe estar de acuerdo con los nuevos términos del crédito, analizando los efectos de los mismos. Las instituciones financieras pueden ofrecer un abanico de posibilidades en cuanto a las condiciones crediticias a negociar. 

Las instituciones financieras realizan su análisis en función de lo que el empresario puede pagar. Una disminución de la cuota a pagar, manteniendo el resto de las condiciones crediticias iguales, tiende a generar un mayor plazo del crédito, por ende, un mayor valor total a pagar por el mismo. 

Se puede conocer el valor total a pagar por el crédito, multiplicando el monto de la cuota por el plazo.

Sabemos la difícil situación de liquidez por la que los empresarios turísticos están atravesando, es por ello que, sugerimos tomar en cuenta las siguientes recomendaciones: 

  • Conocer las condiciones que el banco está ofreciendo tanto para el refinanciamiento como para la reestructuración; 
  • Analizar el valor total a pagar por el crédito y condiciones, para tomar en cuenta, la más conveniente; 
  • Verificar que la cuota mensual sea la que puedes pagar y que no afecte la liquidez mensual para otras actividades empresariales;
  • En caso de que la situación financiera por la que atraviesa sea insuficiente, se recomienda buscar un valor mínimo para poder pagar y con ello la institución financiera pueda abrir sus puertas para una negociación; 
  • Si no realiza ningún tipo de acercamiento con las instituciones financieras, los intereses seguirán creciendo y afectando aún más la situación financiera de tu empresa. En este caso, es importante analizar esquemas de ahorro, eliminar gastos innecesarios, identificar activos que se puedan vender, a fin de abonar dinero al saldo de la deuda, y así disminuir la carga de intereses del crédito.

Al mantenerse disponibles los canales electrónicos, es importante que los empresarios tomen contacto con las instituciones financieras, con el objetivo de analizar sus condiciones de crédito, afrontando la crisis financiera y, que no se permita que las obligaciones generen inconvenientes a la estructura financiera de sus empresas.

Por otra parte, la banca pública: Corporación Financiera Nacional y Banecuador, han activado mecanismos de moratoria en las operaciones de crédito de sus clientes, y a la vez, impulsan líneas de crédito de contingencia a las que los empresarios pueden acceder para obtener liquidez para sus actividades productivas.

Los empresarios pueden comunicarse a través de los siguientes canales electrónicos oficiales:

Para mayor información, contáctese con: mgarcia@quito-turismo.gob.ec





Frente a la emergencia sanitaria muchas empresas y personas han tomado esta situación como una oportunidad para reinventarse y adaptarse a los cambios que exige la actual coyuntura.

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