La región de mayor relevancia para la conservación de la biodiversidad es el noroccidente de Quito, donde se encuentra la Reserva Maquipucuna, denominada por los científicos como «la joya de la Corona de los Andes»

El Distrito Metropolitano de Quito se asienta sobre una variedad de siete ecosistemas sobre el corredor Chocó – Andes, desde los bosques lluviosos tropicales del Chocó a 500 metros sobre el nivel del mar; pasando por los bosques pluviales premontanos y montanos; hasta los páramos andinos ubicados a 4.790 metros de altitud.

Esta variedad de pisos climáticos le permite a Quito tener una amplia biodiversidad que abarca 542 especies de aves, 77 de anfibios, 46 de reptiles, 21 de peces y 102 de mamíferos, entre las que destacan pumas, jaguares, tigrillos, perezosos, nutrias, venados y el emblemático oso de anteojos.

Gracias a las exploraciones botánicas lideradas por el Dr. Grady L. Webster, de la Universidad de California-Davis, que durante más de una década registraron en Maquipucuna más del 12% de la diversidad florística del Ecuador y que luego fueron publicadas en “Diversidad vegetal de un bosque nuboso andino: inventario de la flora vascular de Maquipucuna” se pudieron generar los datos para afirmar que Quito es la capital mundial de la biodiversidad.

El equipo científico del Dr. Webster y voluntarios de la zona, compararon la diversidad florística de la Reserva Maquipucuna con la de los parques y reservas de las capitales de los países más biodiversos del planeta, superando inclusive al Parque Nacional de Brasilia, el área protegida más grande de todas las capitales de los 17 países megadiversos.

La Fundación Maquipucuna, una ONG de conservación y sin fines de lucro, promueve la conservación, protección, mejora, gestión sostenible y restauración del capital natural: ecosistemas naturales, su biodiversidad, procesos e interacciones entre ellos, y los servicios ambientales que brindan.

Esta ONG promueve la iniciativa del Corredor de Conservación en el Chocó Andino desde 1992, a través de la cual se ha logrado incrementar el área de protección mediante la compra de tierras, el ecoturismo, la reforestación, la regeneración de los bosques, la educación ambiental, la investigación científica y la potenciación de las capacidades comunitarias y privadas para la conservación.

Por otro lado, se impulsó las declaraciones de bosque protegido para Maquipucuna y la Cuenca Alta del Río Guayllabamba y la consiguiente declaración de Área Importante para la Conservación de las Aves. Para mitigar la presión sobre los bosques, inició los proyectos de conservación con las comunidades de Yunguilla y Santa Lucía y proporcionó la capacitación necesaria en liderazgo, contabilidad, conciencia ambiental, habilidades técnicas e inversión para la compra de tierras comunitarias e infraestructura que les ha permitido sostener por sí mismos sus proyectos en el largo plazo.

Al momento, trabajan en ampliar la infraestructura de la Reserva & Ecolodge Maquipucuna y optimizar los senderos y espacios para ofrecer una experiencia inclusiva y extraordinaria a los turistas, relacionada con los osos andinos, sus hábitats y sus necesidades de conservación.

A través de estas acciones, Quito se fortalece como destino ideal para el ecoturismo, una actividad que atrae miles de turistas nacionales e internacionales durante todo el año, y se consolida como la capital mundial de la Biodiversidad.


Por su parte, Luis Maldonado, chef y propietario del restaurante Tributo, que se sumó a esta ruta, manifestó que la gastronomía actual busca un compromiso con el entorno y la naturaleza: el reencuentro de la cocina con la tierra y con quienes trabajan en ella.

Todo lo industrializado nos hace perder esa relación, en la actualidad los cocineros estamos buscando que este vínculo se haga presente en nuestras cocinas, en los platos y en cada una de las cosas que ofrecemos.  “Cada vez re-entendemos y redescubrimos que lo importante es el producto, que mientras menos se toque el producto es mejor. Un buen plato, una buena cocina se construye con un 70 y 80 % del producto y lo restante lo aporta el cocinero. De esta manera no solo alimentamos el estómago, tratamos de alimentar el alma”, dice Maldonado.

Cristina Rivadeneira, gerente General de Quito Turismo, señaló que esto es parte de la estrategia gastronómica que tiene la ciudad, con el propósito de potenciar al Distrito Metropolitano como destino turístico. “Tenemos 5 mil establecimientos turísticos catastrados, más de la mitad son de alimentos y bebidas, por lo que esta actividad es una fortaleza y una atracción para los turistas”, manifestó.

La estrategia gastronómica impulsada por el Municipio capitalino, a través de Quito Turismo, ha permitido identificar 60 rutas de este tipo en el Distrito Metropolitano con una oferta innovadora, atractiva y diferente a los turistas, tanto nacionales como internacionales.

Además, como resultado de esta estrategia, Quito participará del 1 al 3 de diciembre en el Congreso Bogotá Madrid Fusión 2022 y del 23 al 25 de enero en la XXI Cumbre Internacional de Gastronomía Madrid Fusión-Alimentos de España 2023, el evento culinario más importante del mundo.

La información de las rutas gastronómicas se encuentra disponible en la página visitquito.ec, junto a toda la oferta turística de la ciudad, para que turistas locales, nacionales y extranjeros descubran en los saberes y sabores de la cocina capitalina porqué su historia comienza en Quito.