La capital de Ecuador tiene más de 60.000 hectáreas protegidas que buscan la conservación el oso de anteojos

Quito, 21 de febrero de 2025.- Cada 21 de febrero se recuerda el Día Internacional para la Protección de los Osos del Mundo, resaltando la importancia de la preservación del oso andino (Tremarctos ornatus), también conocido como oso de anteojos, una especie clave para la conservación de los ecosistemas.

El oso andino es el único representante de la familia ursidae en América del Sur y habita en los Andes Tropicales, distribuyéndose en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y el norte de Argentina. En Ecuador, su presencia es fundamental para el equilibrio ecológico, ya que desempeña un papel clave en la regeneración del bosque al dispersar semillas, permitiendo la proliferación de nuevas especies vegetales. Sin embargo, se encuentra catalogado como una especie en peligro debido a la pérdida de su hábitat y la cacería.

A través de la Resolución del Concejo Metropolitano de Quito C 349, emitida el 15 de junio de 2012, el oso andino fue declarado fauna emblemática del Distrito Metropolitano de Quito. Posteriormente, en 2013, se creó el Corredor Ecológico del Oso Andino, un área protegida de más de 60 mil hectáreas que abarca las parroquias rurales de Calacalí, Nanegal, Nanegalito, Nono, San José de Minas, Puéllaro y Perucho. Esta iniciativa busca garantizar la preservación de los ecosistemas y la supervivencia de esta especie en su hábitat natural.

El turismo sostenible juega un papel fundamental en la protección del oso andino. Fomentar el ecoturismo responsable permite generar conciencia sobre la importancia de esta especie e impulsar el desarrollo económico de las comunidades locales. Actividades como la observación de fauna, senderismo y visitas guiadas en áreas protegidas ofrecen experiencias enriquecedoras para los turistas mientras contribuyen a la conservación ambiental.

El oso andino es conocido como el «jardinero del bosque» debido a su contribución a la dispersión de semillas, lo que a su vez favorece la producción de agua y la biodiversidad en los ecosistemas donde habita. Proteger su entorno es clave para la preservación del recurso hídrico y el bienestar de las comunidades que dependen de estos ecosistemas.

En el Día Internacional de los Osos, la ciudad más linda del mundo reafirma su compromiso con la promoción de prácticas turísticas sostenibles y la conservación de la fauna emblemática de la ciudad.

¡Con turismo y sostenibilidad, Quito Renace!